El abogado y experto en derecho digital Erick Iriarte advirtió que un dispositivo no puede ser hackeado únicamente por contestar una llamada telefónica, sino que el verdadero riesgo aparece cuando el usuario descarga archivos, instala aplicaciones o accede a enlaces maliciosos.

En entrevista con Canal N, Iriarte explicó que persiste la falsa creencia de que basta con responder un número desconocido para ser víctima de un ciberataque. “El peligro surge cuando la persona ejecuta una acción: abrir un archivo, hacer clic en un link o instalar un programa fraudulento”, precisó.

El especialista recordó que, durante la pandemia, los delincuentes digitales enviaban supuestas fotos de fiestas o promesas de dinero fácil para inducir a las víctimas a descargar malware. También señaló que, en algunos casos, los estafadores logran engañar a usuarios al sugerir agregar números sospechosos a la agenda, haciéndose pasar luego por soporte técnico de plataformas como WhatsApp o Telegram. “El usuario ya no ve el número, sino el nombre con el que guardó el contacto. Esa es la trampa”, advirtió.

Iriarte insistió en que el reto principal es fortalecer la cultura de ciberseguridad, desde la formación escolar hasta las prácticas corporativas, ya que incluso los menores son blanco frecuente de fraudes a través de juegos o compras integradas. Asimismo, recomendó extrema precaución al descargar aplicaciones, incluso desde tiendas oficiales como Google Play o App Store, donde se han detectado programas maliciosos que se hacen pasar por herramientas bancarias o de soporte.

Mientras tanto, casos como el denunciado por la empresaria Mayra Manrique Mendoza reflejan la sofisticación de las estafas actuales. La víctima relató que, tras recibir una llamada de un supuesto agente de viajes que mencionó sus datos personales, su celular quedó bloqueado y se ejecutaron operaciones bancarias no autorizadas, incluido un préstamo de S/20 mil en el BCP y retiros en otras entidades por un total superior a S/30 mil.

Manrique sostiene que nunca compartió contraseñas ni claves y que el fraude ocurrió mientras permanecía en la llamada. El BCP, por su parte, asegura que las transacciones se realizaron con credenciales válidas, mientras que Falabella responsabilizó a la usuaria por contestar el teléfono.

La Policía Nacional investiga este y otros incidentes reportados en Lima Norte, en los que clientes denuncian pérdidas tras llamadas fraudulentas. En paralelo, la afectada exige a los bancos reforzar sus sistemas de seguridad y brindar mayor protección a los usuarios frente al avance del cibercrimen organizado.

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